03 de febrero de 2022
¿Cuándo es momento de invertir en tecnología para tu empresa?
Invertir en tecnología ha pasado de ser una opción más, a ser, probablemente, la opción principal para cualquier empresa. La razón está en una serie de factores que han aparecido en los últimos tiempos y que se han agudizado a raíz de la crisis sanitaria provocada por la pandemia del COVID-19. En efecto, más allá de los factores sanitarios, esta ha traído también una serie de coyunturas a la economía en general y la producción en particular que hacen que invertir en tecnología sea ya un imperativo. A continuación, hablamos más sobre el asunto y sobre sus repercusiones.
1.- Cuando buscas reducir costes
Uno de los factores más importantes a la hora de invertir en tecnología es el de querer reducir los costes de tu negocio. En efecto, si lo que buscas es hacer de tu centro un lugar más operativo, invertir en tecnología es una gran opción. En concreto, haciéndolo, por ejemplo, a través de herramientas como los ERP en el caso de la industria o bien a través de software de gestión centralizada. Ambas son solo un ejemplo de todo lo que se puede lograr hoy en día con las nuevas tecnologías disponibles. En referencia a los ERP, son capaces de automatizar la mayoría de las operaciones y ofrecer rendimientos superiores. Lo hacen obteniendo información de cada uno de los departamentos y haciendo que funcionen cohesionados. De esa manera, es posible obtener un horizonte más preciso con el que corregir los posibles fallos o ineficiencias que puedan darse.
2.- Cuando se busca un mayor control de la producción
Es también muy conveniente invertir en tecnología cuando se busca tener un control más exhaustivo de una planta o negocio en general. Este es otro de los puntos en los que puede ayudar una tecnología como el ERP o bien un software como el de control horario. Por ello, es recomendable invertir en tecnología que nos permite conocer de primera mano la información más relevante de nuestro negocio y que nos permita poder tomar mejores decisiones. Esta es de hecho una forma de poder resultar más eficientes y otro de los criterios por los que es recomendable siempre invertir en tecnología.
3.- Invertir en tecnología para retener capital humano
Otro de los momentos y motivos por los que invertir en tecnología es para lograr el fin de retener capital humano. Sucede en muchos casos que un estado excesivamente descuidado u obsoleto de las tecnologías disponibles en un negocio desincentiva la atracción y retención de profesionales de calidad. Por ello, si lo que buscas es retener a profesionales de este tipo, lo mejor que puedes hacer es invertir en tecnología. Esto tiene un doble efecto: de un lado, hace que los trabajadores puedan dar lo máximo de su rendimiento gracias a nuevas herramientas y posibilidades. Del otro, hace que se sientan estimulados al estar recibiendo formación específica de su campo. Ambos puntos redundan, al fin y al cabo, en un mejor rendimiento de los trabajadores y, a medio y largo plazo, en un aumento de su valor y de la competitividad del negocio
4.- Para obtener ventajas competitivas
Como no puede ser de otra manera, invertir en tecnología es una de las formas más eficientes de ganar ventajas competitivas frente a nuestros competidores. Es, además, una de las más asequibles gracias a la gran escalabilidad que ofrece. En concreto, es posible en el medio y largo plazo obtener un gran rendimiento de nuestra inversión. Por lo mismo, tecnologías como el Internet de las Cosas, los softwares de control horario o los MRPI y MRP II en el caso del sector productivo pueden ayudarnos a tener una ventaja a todas luces significativa sobre nuestra competencia y en nuestro sector.
5.- Cuando la tecnología disponible está obsoleta
Este es probablemente el factor más conocido y, por desgracia, el más común entre las compañías. En efecto, son muchos los profesionales que esperan al momento que sus equipos queden completamente desfasados y obsoletos para hacer la sustitución. Peor aún son los casos en los que esperan a que queden completamente inservibles. Esta opción no es recomendable: la tecnología siempre debe ser una herramienta para aprovechar las oportunidades disponibles y nunca para hacer lo imprescindible.
Sin embargo, si los equipos de tu negocio o su nivel tecnológico está completamente desfasado, es más que evidente que es un buen momento para invertir en tecnología. Ahora bien: es siempre necesario hacerlo de la mano de profesionales que puedan garantizar al mismo tiempo la formación necesaria para sacar el máximo partido a las tecnologías que estamos introduciendo. En SEIDOR podemos ayudarte a sacar el máximo partido a la tecnología actual.
6.- Invertir en tecnología para colaborar con otras empresas
Hoy en día, la colaboración entre empresas que funcionan en sinergia es esencial. Al mismo tiempo, hay que decir que para dar dicho paso invertir en tecnología es casi algo obligatorio. En efecto, gracias a la tecnología podremos asegurarnos de que dicha cohesión entre dos compañías se produce de forma satisfactoria. Si ya es complejo manejar toda la información y procesos de una empresa, cuando se trata de dos que están en colaboración y pretenden funcionar de forma coordinada todo se vuelve mucho más difícil.
En este sentido, un ERP es de nuevo una herramienta interesante. Permite centralizar toda la información relativa a ambas compañías y hacer que puedan funcionar como una sola. De esa manera, podrán ajustarse los plazos de entrega, la cantidad de stock disponible, las necesidades en cada momento, etc. Ello quiere decir que podrán elaborarse planes conjuntos con los que obtener un mayor rendimiento y eficacia. Una conexión que hoy en día solo es posible (y deseable) a través de la tecnología. Más allá de eso, esta variante nos permite de hecho poder elaborar planificaciones mucho más sofisticadas y generales y lograr, con ello, una mayor eficiencia en todos los procesos. Un beneficio que será mutuo y conseguirá de nuevo apalancar rendimientos.
En SEIDOR somos especialistas en todo lo relativo a invertir en tecnología. Te ofrecemos las puertas a la forma de producir y gestionar del siglo XXI.
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