La atracción de talento en la empresa moderna

Cultivando el talento en la era digital: Claves para atraer y retener profesionales cualificados

El ADN de una empresa es un factor de suma relevancia que va más allá de sus productos y servicios, resultados económicos y relación con los clientes. A nivel interno, no hay mayor activo en la identidad de una marca que el equipo que forma parte de ella, es decir, los empleados. Todos los éxitos y fracasos en el mercado al final tienen su raíz en las decisiones que toman las personas. Es por ello que, en un mundo empresarial cada vez más competitivo y globalizado, en el que la digitalización ha revolucionado el mercado, uno de los grandes desafíos es atraer y retener el talento adecuado. Esto es también una realidad en el ámbito de la tecnología.

La pregunta que se hacen directivos de todas partes ante esta situación es lógica: ¿Cómo puede mi compañía resultar atractiva para los perfiles más cualitativos? El paso indispensable es la consolidación de una cultura corporativa en la que no falte espacio para las oportunidades y la innovación. Un profesional con talento busca un espacio en el que pueda desarrollarse, ser ambicioso y obtener reconocimiento por el valor que pueda aportar a la empresa. En otras palabras, se trata de ofrecer un apoyo a las personas para que sientan que pueden trabajar alcanzando su máximo potencial.

La comodidad del entorno de trabajo, ya sea físico o digital, debe ser siempre una garantía. Con el fenómeno de la digitalización en constante aumento, introduciéndose cada vez más herramientas que se deben saber gestionar, el empleado o candidato debe tener la seguridad de que se le asistirá en su adaptación al nuevo puesto. Aquí es donde entran los programas de mentoría y formación que se realizan dentro de las empresas. Del talento se espera que venga ya con las aptitudes adecuadas, pero no se puede pretender que conozca como funciona todo nada más empezar.

Fomentando una comunicación transparente

Otro elemento a tener en cuenta es la comunicación. La relación de confianza entre una entidad y el empleado depende, en gran medida, de que este último sienta que se le informa de los procedimientos que se están llevando a cabo en la marca a la que dedica tanto tiempo de su vida. También va a valorar mucho que se le escuche, que se atiendan sus inquietudes y que, en la medida de lo posible, se introduzcan soluciones basadas en el feedback que él mismo aporta. Un perfil cualitativo querrá trabajar en un ámbito que no solo es transparente de puertas para fuera, sino que lo es igualmente en el interior.

Como es de esperar de los candidatos de más alto nivel, muchos aspirarán a posiciones que no solo les brinden un cierto estatus, sino que además estén complementadas por una remuneración acorde a sus estándares. Es por ello que las compañías deben tener en mente que se ha de invertir bien en las personas para que estén motivadas a exprimir sus propias cualidades. Esto no tiene que hacerse, sin embargo, únicamente a través del salario. Los empleados buscan cada vez más conciliación entre su vida laboral y personal, por lo que siempre van a poner en valor que se les ofrezca horarios flexibles, opciones de trabajo en remoto y políticas de tiempo libre remunerado.

Sin embargo, por mucho que las condiciones laborales cumplan todos los requisitos, aquellos candidatos con más alto nivel no se interesarán de verdad por una posición si no ven que la compañía en cuestión tiene una visión y misión claras. Aquí es donde los directivos han de hacer un esfuerzo por trabajar bien su imagen de marca con tal de definirse tanto interna como externamente. Aspectos que pueden tener en cuenta pueden ser la preocupación que tenga la entidad por su comunidad y el medio ambiente, sus acciones de responsabilidad social y lo abiertas que están a las propuestas de innovación y, en definitiva, al cambio.

Todo lo anteriormente expuesto es lo que caracteriza a una empresa competente en el siglo XXI. La modernidad también se demuestra en los equipos y sistemas que maneje, por lo que es recomendable que se atrevan a implementar nuevas soluciones y servicios tecnológicos. Muchos de ellos repercuten positivamente en la vida laboral del empleado, pues hacen posible una mayor economización del tiempo para que las personas puedan centrarse en los aspectos más ambiciosos de su trabajo en vez de en los más tediosos.

Con todo, una entidad que ofrezca un entorno de trabajo positivo, oportunidades de crecimiento profesional, un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, y una cultura basada en la transparencia, la diversidad y la innovación, será muy atractiva para el talento. Al invertir en estas características esenciales, las empresas no solo atraerán a los mejores empleados, sino que también crearán un entorno que propicie el éxito a corto, medio y largo plazo.