El impacto de la IA en los puestos de trabajo

Descubriendo la revolución laboral de la inteligencia artificial

Hace más de 65 años, el científico estadounidense John McCarthy acuñó el término inteligencia artificial, que definió como “la ciencia e ingenio de hacer máquinas inteligentes, especialmente programas de cómputo inteligentes”.

Desde entonces, se ha hablado extensivamente de esta y de sus posibilidades, pero no fue hasta hace bien poco que el mundo tomó consciencia de que ya es una realidad muy presente en el día a día. Esto incluye, por supuesto, al mundo laboral, donde directivos, empleados y empresas se han topado con una nueva herramienta que ha revolucionado el mercado. Con esta revolución han surgido inquietudes, pero también se ha generado un gran interés por las ventajas que puede ofrecer. Es aquí cuando surgen las inquietudes, pero también donde se genera un interés por descubrir qué ventajas puede ofrecer.

IA en el mundo laboral y comercio electrónico

¿Pero hasta qué punto ha penetrado la IA en el mercado laboral? Desde algoritmos de aprendizaje automático hasta redes neuronales y procesamiento del lenguaje natural, la IA ha sido introducida en prácticamente todas las industrias, redefiniendo los límites de lo posible.

Uno de los impactos más evidentes de la esta nueva herramienta es la automatización de tareas. Los algoritmos de IA, respaldados por el Machine Learning y el Deep Learning, pueden realizar tareas rutinarias de manera más rápida y precisa que los humanos. Esto ha llevado a la automatización de procesos empresariales, como la producción en fábricas y las operaciones financieras de las grandes corporaciones. Las empresas están utilizando la IA para optimizar sus operaciones, reducir costes y mejorar la eficiencia, redefiniendo notablemente la estructura establecida años atrás.

En el ámbito del comercio electrónico, la IA está transformando la experiencia del usuario de un modo que merece atención. Los algoritmos analizan los patrones de compra de los usuarios y ofrecen recomendaciones personalizadas, facilitando el acceso del cliente a contenidos y productos que puedan despertar su interés y, consecuentemente, aumentar las ventas. Los chatbots contribuyen en este sentido a una atención al público más agilizada, respondiendo con celeridad a las cuestiones planteadas por las personas y resolviendo sus inquietudes.

IA en Ciberseguridad y Salud

Con los crecientes procesos de digitalización de las compañías, la ciberseguridad está ocupando un lugar cada vez más prominente en las prioridades de los directivos. La IA también está asumiendo un papel fundamental en este aspecto, pues sus algoritmos pueden analizar grandes volúmenes de datos para identificar patrones y detectar actividades sospechosas en tiempo real.

Esta eficiencia a la hora de proteger los sistemas está creando a su vez una mayor demanda de profesionales humanos especializados tanto en IA como en seguridad informática.

Del mismo modo que hay una preocupación en aumento por defenderse de amenazas cibernéticas, en la era post Covid-19 las personas prestan más atención a las dolencias relacionadas con la salud. Aquí es donde los chatbots vuelven a prestar un servicio muy valioso, ya que son capaces de proporcionar una orientación médica básica (siempre sujeta a los controles de calidad humanos) a los pacientes, aliviando así la carga de los profesionales de la salud y haciendo más fácil el acceso a información a personas con dificultad para acudir a un centro físico. A un nivel más avanzado, la IA puede analizar imágenes médicas, como radiografías y resonancias magnéticas, para detectar signos tempranos de enfermedades de gran calado.

IA en finanzas y laboral

El mundo de los finanzas es otro ámbito que se ha visto inevitablemente condicionado, para bien, por la introducción de la IA. Las herramientas no solo pueden analizar patrones en los datos financieros y prever tendencias del mercado, sino que también son capaces de detectar fraudes identificando patrones inusuales en las transacciones financieras y alertando sobre posibles actividades delictivas. Es importante destacar que su introducción no supone una sustitución total de los expertos humanos, pues la IA les ayuda a ellos y a las instituciones financieras a tomar decisiones informadas en su campo.

Viendo todas las aplicaciones de esta nueva tecnología en el mundo laboral, es lógico que se planteen las cuestiones de hasta qué punto se debe permitir su ingreso y si supone una amenaza real para los trabajadores. Es un hecho que la IA ha supuesto y va a suponer cambios irreversibles en los puestos de trabajo, pero la gran mayoría de ellos son positivos y deberían ser percibidos como una oportunidad. La automatización de procesos, por ejemplo, contribuye notablemente a la liberación de carga de trabajo de los profesionales, de manera que estos pueden centrar sus esfuerzos en tareas más complejas y relevantes.

El futuro, o más bien el presente, marca un camino en el que los empleados van a tener que estar familiarizados con la IA y su aplicación en las diversas industrias. Lo importante es que cale el mensaje que esta es una herramienta, no una persona ni un sustituto. Es una innovación destinada a facilitar, agilizar y mejorar procesos que las personas y entidades necesitan, pero que no necesariamente deben ser problema suyo.