06 de octubre de 2022
La tecnología solamente tiene sentido cuando las personas la utilizan para evolucionar
La tecnología está estrechamente vinculada a la evolución del ser humano y solamente tiene sentido cuando las personas la utilizan para alcanzar un determinado objetivo.
Son las dos caras de una misma moneda, ya que el factor tecnológico solo es útil cuando se adopta por las personas y facilita el alcance de un determinado objetivo, ayudándonos, a su vez, a evolucionar.
Se trata de humanizar la tecnología, de transformar la manera en que nos relacionamos entre nosotros y con nuestro entorno, cambiando y evolucionando.
La tecnificación de la humanidad por sí sola no tiene sentido, sino que su valor se adquiere cuando se usa la tecnología con un impacto positivo en nuestra condición como seres humanos y el medio que habitamos.
¿Cómo se logra humanizar la tecnología?
En la actual etapa de desarrollo, es muy importante poner en el centro a las personas, tenemos que rescatar, en cualquier tipo de actividad, los valores que nos hace humanos, impregnándonos de las doctrinas que impulsaron el Humanismo a finales del siglo XIV, como respuesta a la etapa de sombras de la Edad Media.
Hoy, más que nunca, es relevante recuperar el respeto hacia nuestro entorno, en plena crisis climática, y hacia nuestra humanidad, en un contexto geopolítico de crecientes conflictos, desigualdades y, en algunos casos, pérdida de derechos.
En SEIDOR, estamos convencidos de que, a través de la tecnología, tenemos una oportunidad fantástica para:
- Ayudar a organizaciones y ciudadanos a hacer un mundo mejor.
- Facilitar y mejorar las relaciones interpersonales.
- Favorecer los negocios, investigando, compartiendo y aprendiendo en base al lado humano de las cosas.
Principales retos de las organizaciones
Las organizaciones debemos entender que clientes, partners, talento y cualquier otro tipo de stakeholder son, ante todo, seres humanos y, por lo tanto, es imprescindible tratarlos como tales.
Años atrás, el mundo empresarial entendía que la vida personal y la laboral debían separarse y no influir la una en la otra. Hoy, eso es imposible. Las nuevas tecnologías han facilitado la transformación de los modelos de trabajo, donde la flexibilidad es un requerimiento, así como la conciliación de los distintos roles, como trabajadores, padres, amigos o consumidores, entre otros.
Clientes y colaboradores son cada vez más exigentes, y su relación con las marcas está fuertemente influenciada por los valores que comparten con ellas. En SEIDOR tenemos la convicción de que, si queremos seguir siendo atractivos para clientes y talento, estamos obligados a tener claros nuestros valores.
Reinvención
Hay que reinventarse cada día. En este contexto cambiante y acelerado, para continuar siendo competitivas, las organizaciones debemos replantearnos constantemente la manera de hacer las cosas.
Los constantes avances y disrupciones tecnológicas han provocado un cambio radical de hábitos. Para ser competitivos, resulta imprescindible la adaptación continua.
El cambio y la evolución siempre han existido y las empresas han tenido que adaptarse. Forma parte de nuestra esencia humana. Hoy, todo pasa más rápido, y esa es la gran diferencia. Gestionarlo depende, en gran medida, de entender que el cambio es continuo y necesario. De no rechazarlo.
Sin duda, es difícil gestionar el equilibrio entre innovar, ejecutar y mantener un negocio. Pero esa dificultad no puede ser motivo para no hacerlo.
La transformación digital de las empresas
La escasez de talento es una de las principales dificultades del proceso de digitalización de las empresas, de ahí la relevancia de contar con proveedores tecnológicos solventes como socios para llevar a cabo este tipo de procesos.
Por otro lado, y especialmente en el caso de la PYME, ha sido un reto importante definir una hoja de ruta para su transformación digital, priorizar qué hacer y disponer de los recursos para hacerlo.
En el horizonte, entrevemos qué podría ser la inteligencia no humana. Están sucediéndose grandes avances en el desarrollo de tecnologías de Inteligencia Artificial y Machine Learning, con aplicaciones con un gran impacto positivo en las personas, en ámbitos como la salud, la educación o la producción agrícola, entre otros.
En este sentido, la gran pregunta es si seremos capaces de convivir con nuevas formas de inteligencia sin renunciar a la nuestra. Lo veremos, en breve.
¿Seremos capaces de convivir con nuevas formas de inteligencia sin renunciar a la nuestra?
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¿Por qué centrarnos en los clientes es una necesidad?
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