Sanidad Digital: cuidando la salud del paciente a través de la tecnología

Este nuevo camino, donde el centro lo ocupa el paciente, será más humano, más proactivo, cercano, personalizado y eficiente.
Por otro lado, no podemos ignorar la situación global de la población. A nivel mundial, las continuas mejoras y evolución en la calidad de vida de las personas han propiciado que la esperanza de vida sea cada vez más larga y el envejecimiento de la población es un hecho más que evidente. Las comunidades necesitan recursos y asistencia especializada ante esta nueva realidad.

Por aportar algunos datos relevantes:
• La esperanza de vida media en España es de 83,1 años.
• El porcentaje de población mayor de 65 años en 2018 era del 19%. La previsión es que para 2050 sea del 40%.
• Se estima que 1/3 de la población mayor está mal nutrida por diferentes motivos.

A partir de estos datos, es previsible que nuestro actual sistema de salud se encuentre en apuros para soportar una presión extra a corto o medio plazo si no se acometen cambios profundos en el modelo. Además, la irrupción de la Covid-19 ha puesto de manifiesto algunas carencias en cuanto a cobertura y agilidad, exigiendo a las estructuras de salud soluciones de forma casi inmediata.

Las carencias en los modelos sanitarios, que ha ido evolucionando muy positivamente durante en estos dos años de pandemia, con muchísimo esfuerzo humano detrás, ha revelado el esencial papel de la tecnología tendrá de cara al futuro. De no ser por la aplicación de tecnología y de todas las soluciones que se han ido creando, la coyuntura hubiera sido aún más delicada. Sin embargo, nuestra sanidad ha respondido con entereza, aplicándose al tiempo que toma nota para abordar los retos para el futuro.

El ejemplo más evidente en la aplicación de la tecnología y el avance del I+D ha sido el desarrollo de vacunas por los laboratorios en tiempo récord. Sin tecnología punta, capaz de operar con gran agilidad y especificidad, no habría sido posible.

Otro hecho destacable es que la reducción de la presión asistencial en la atención primaria y especializada -que aún puede mejorar todavía mucho-, ha sido posible primero gracias al esfuerzo titánico de los profesionales y, en segundo lugar, a mejoras en los software asistenciales, entre los que encontramos las aplicaciones de videoconsulta, la evolución en la teleasistencia, el desarrollo de App’s específicas, de programas de seguimiento a pacientes crónicos y domiciliados, la monitorización de los mismos o análisis de datos. En definitiva, gracias a la aplicación de la tecnología como elemento base tractor para dar respuesta a este momento excepcional, absolutamente único y disruptivo, disminuyendo la carga en los profesionales y acercándose al paciente. Tengamos en cuenta que, durante mucho tiempo, para muchas personas mayores o no tan mayores, el único contacto con el exterior ha podido ser la videoconsulta con su médico o enfermera, utilizando de nuevo la tecnología para humanizar situaciones de alta complejidad. Es, quizás, el ejemplo más simbólico de que la tecnología debe estar a disposición de la ciudadanía, haciéndose más comprensible y humana.

Desde mi experiencia en SEIDOR, y más tras una dura crisis sanitaria, somos conscientes de nuestra responsabilidad aportando conocimiento en la evolución del sector sanitario, y queremos poner nuestra experiencia y capacidades a disposición del paciente, y las herramientas necesarias a disposición del profesional. El futuro de la sanidad tendrá por delante resolver problemas complejos para la sociedad, pero la aplicación de I+D de última generación ayudará a resolver sus retos inmediatos. Interpretar bien la tecnología será un factor clave para lograrlo