31 de julio de 2023
Planteando el futuro del trabajo más allá de la IA y la automatización
¿Cómo debe ser el futuro del trabajo? Ya nos gustaría tener una la bola de cristal que nos ayudara a responder con certeza a esta pregunta.
La pandemia marcó un punto de inflexión, disparando la dispersión total de la fuerza laboral en aquellos escenarios en los que era factible, mandándonos a todos a trabajar desde casa. Y de repente, queremos que todos vuelvan a llenar las oficinas. La postura más comúnmente aceptada es la del planteamiento de un trabajo híbrido y remoto. Si aterrizamos la propuesta nos encontramos con enfoques para todos los gustos, en los que subyace una idea clara: potenciar la colaboración, ahora trasladada a espacios virtuales.
Partiendo de esa base, hay quienes ponen su foco en la experiencia del empleado, otros en la automatización (con niveles más o menos avanzados de implantación de soluciones RPA allá donde tiene sentido), y por supuesto, no puede faltar el tema de moda: la incorporación al puesto de trabajo de la Inteligencia Artificial. Estamos, por lo tanto, apostando por trabajar mejor, aportar más valor y productividad, de manera más inteligente y por supuesto, desde cualquier lugar.
¿Están capacitados nuestros empleados para las nuevas habilidades digitales?
Antes de seguir adelante… veamos qué piensan nuestros empleados. Según el estudio Encaminar a Europa hacia una transición digital del Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (CEDEFOP), la mayoría de los trabajadores europeos carecen de competencias digitales.
Y curiosamente, España es uno de los países en los que hay más interés en formarse. Nada menos que el 47% de los trabajadores españoles busca mejorar sus competencias, sólo por detrás de Austria (52%) y Portugal (49%).
En España (33%) la proporción de empleados que se han formado en el ámbito de las competencias digitales es mayor que en la media europea (26%). Y lo hacen básicamente por el temor a verse desplazados de sus puestos de trabajo por las nuevas tecnologías y la automatización, según revela este mismo estudio.
Aun así… ¿Estamos apoyando la formación de nuestros empleados desde la empresa? Pues si lo comparamos con nuestro entorno europeo, estamos en los puestos de cola… El apoyo de las empresas a la educación y la formación de los empleados es más bajo en España (59%), mientras que países como Noruega (89%), Estonia (88%) y Finlandia (87%) nos superan ampliamente en estas políticas de educación y formación patrocinada por su empleador.
Un necesario cambio de enfoque para la transformación
Transformar las organizaciones, no debe reducirse simplemente a cambiar los sistemas de TI, a adoptar nuevas herramientas de software (que por supuesto, habrá que acometerlo), o a plantearse casos de uso para irlos resolviendo uno por uno, para hacer las mismas cosas apoyándose en la tecnología. Sin duda, debemos centrarnos en aplicar otros enfoques como repensar los flujos de trabajo o el rediseño de la experiencia de trabajo, para así alcanzar una mayor agilidad y aportación de valor. Pasando de hitos orientados a una transformación progresiva pero puntual, al concepto de innovación continua. Centrándonos además en la persona, en el ser humano. Transformando de este modo a la propia organización.
Aplicando la IA en el puesto de trabajo, sin darnos cuenta
Precisamente, la aplicación de la IA nos va a ayudar a cambiar nuestros comportamientos entrando, gracias a ella, en un ciclo de evolución e innovación constante. Porque la Inteligencia Artificial será un copiloto para los empleados del futuro, ayudándoles en sus tareas en lugar de sustituirles. Por algo será que Microsoft se empeña en utilizar la palabra “copilot” como ayudante recomendado e inseparable en todas sus herramientas: tenemos Microsoft 365 Copilot (en Word, Excel Outlook o PowerPoint), presente en Microsoft Teams (y más concretamente en Viva), en la Power Platform… Y cambiando de tercio, GitHub Copilot para los desarrolladores.
En general, se trata de emplear técnicas de lenguaje natural y aprendizaje automático, para proporcionar sugerencias útiles y personalizadas en tiempo real, mientras se trabaja. Y conforme vaya progresando la IA y cambien nuestros comportamientos, la fuerza laboral entrará en un estado de continua mejoría, de evolución constante.
Las personas y la importancia de las conexiones interpersonales
Tras este breve paréntesis dedicado a la IA y sus aportaciones, me gustaría terminar focalizándome en la importancia de lo “interpersonal” como ingrediente necesario cuando concebimos el futuro del trabajo. Coincido plenamente con lo aportado en Davos 2023 por Satya Nadella, presidente y director ejecutivo de Microsoft. Se trata, no sólo de apostar por incrementar las habilidades tecnológicas de nuestros empleados, sino de ir más allá. Fomentando las conexiones de persona a persona, para lo cual todos tendremos que aprender y reforzar nuestras soft skills y tomarnos nuestro tiempo para ello. Porque hasta que las personas no se sientan satisfechas en sus trabajos, en términos de nuevas habilidades que hayan adquirido o reforzado, no tendrán lealtad hacia la organización a la que pertenecen. Eso es lo que significa realmente invertir en su progreso personal.
Curiosamente, y ahora que tanto se habla de la Inteligencia Artificial, son habilidades profesionales que nunca podrán ser automatizadas ni generadas por ningún tipo de IA.
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