14 de mayo de 2024
Green IT para un futuro Sostenible
Tras años de investigación, a mediados del año pasado el IPCC -panel de especialistas ligado a la ONU- presentaba su Informe sobre mitigación del cambio climático, el cual considera necesario alcanzar emisiones netas de CO2 (Net Zero) en 2050 para poder estabilizar la temperatura del planeta en 1,5ºC, y para ello, las emisiones mundiales deben alcanzar su pico antes de 2025.
El informe destaca las nuevas tecnologías como un factor acelerador que puede contribuir decisivamente en la lucha contra el cambio climático y para lograr los objetivos de sostenibilidad (ODS, por sus siglas en inglés), pero también reafirma la importancia de manejar la tecnología de un modo adecuado:
“La digitalización puede implicar, por ejemplo, el aumento de los desechos electrónicos, impacto negativos en los entornos laborales y el incremento de la brecha digital”.
Con esto podemos concluir que: la tecnología puede ser un aliado clave para lograr los objetivos de sostenibilidad (ODS), pero solo si se gestiona de forma adecuada para preservar el medioambiente.
Y ahí es donde entra en escena el Green Information Technology (Green IT), un término relativamente nuevo para un concepto que, sin embargo, está presente en el sector TIC ya desde finales del siglo pasado.
Green IT (o tecnología verde), consiste en usar las nuevas tecnologías, tanto productos y servicios como estrategias, de la manera más respetuosa posible hacia el medioambiente. Esto, incluye numerosos focos de acción: desde producir de la forma más óptima en cuanto a recursos y energía, hasta crear productos con ciclos de vida útil más largos y más eficientes frente a su consumo, además de fomentar la gestión responsable de residuos, optimizar al máximo los centros de datos a través la centralización y/o la virtualización… Todas estas buenas prácticas comparten un mismo objetivo: reducir las emisiones y generar ecosistemas más sostenibles, minimizando al máximo el impacto negativo que puedan ocasionar los recursos IT.
El compromiso Net Zero: El papel de las organizaciones
Para cumplir los objetivos Net Zero, las organizaciones deberán tomar dos medidas clave: reducir el volumen de emisiones, y compensar la huella de aquellas imprescindibles. En el caso de España, el pasado año se aprobó la primera Ley de Emergencia Climática, que marca los primeros pasos en este sentido, con el primer objetivo de reducir las emisiones en un 23% el año 2030.
Vemos cómo en todo el mundo las fuerzas convergen para crear una agenda Net Zero. No solamente gobiernos, sino también inversores, consumidores y, por supuesto, las empresas. Más allá del impacto positivo en el medioambiente, también tiene un impacto favorable en la responsabilidad corporativa, ya que cumplir dichos objetivos es una influencia positiva que puede servir como motor de cambio social. Y, además, supone apostar por el ahorro económico, ya que, si bien supone una inversión inicial, a la larga se reducirá el consumo de energía.
Un buen ejemplo es el de Barcelona, y en concreto a través de proyectos como la plataforma de gestión de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) del Área Metropolitana de Barcelona, desarrollada para mejorar la calidad del aire y con ello mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Green IT en la empresa
Existen una serie de tecnologías y medidas para adoptar el Green IT y llevarlo a la práctica en el mundo empresarial:
- Virtualización en el CPD: la virtualización, un recurso presente ya en la gran mayoría de los centros de datos, es además un aliado para el Green IT, ya que permite optimizar al máximo el uso de los recursos disponibles en las infraestructuras de servidor, incluso a través del encendido y apagado automático de servidores en función de la demanda.
- Computación en la nube: si un centro de procesamiento de datos (CPD) optimizado ya supone un avance, el uso de servicios en la nube permite dar un paso más; el escalado dinámico y la asignación de recursos en tiempo real son garantía de que cada ciclo de proceso será aprovechado adecuadamente, al igual que el espacio de almacenamiento o incluso el tráfico de red.
- Computación en malla (Grid Computing): Para abordar operaciones de cómputo muy complejas no siempre es necesario el uso de sistemas HPC y superordenadores. Optar por una red descentralizada de sistemas para que se encarguen de ello permite sacar un mayor rendimiento a la infraestructura existente.
- Uso de Thin Clients en estructuras cliente/servidor: En lugar de utilizar múltiples sistemas para llevar a cabo tareas sencillas y poco exigentes, es mucho más eficiente concentrar la mayor parte de la carga de trabajo en un servidor, ya que se evitarán equipos desaprovechados, que además tienen un consumo eléctrico muy superior al de los thin clients.
- Implantación de VPNs y otras soluciones de teletrabajo: La aplicación del teletrabajo como práctica normalizada y optimizada no sólo se traduce en una sustancial reducción de la factura eléctrica, sino que además se eliminan, por ejemplo, las emisiones originadas en los desplazamientos.
Estos son los elementos sobre los que hoy hay consenso general, pero a medida que se analicen los procesos y la operativa, aparecerán muchas más opciones de mejora para avanzar en la adopción del Green IT. Si tu objetivo es contribuir en conseguir un medioambiente más sostenible, contáctanos. Nuestro planeta del futuro empieza hoy.
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